martes, 17 de febrero de 2009

Vuelta de hoja

He llegado a una conclusión: no me puedo enamorar. Es duro decirlo y más duro todavía es sentirlo. Sin embargo, es la pura realidad. Todo el daño sufrido, todas las lágrimas vertidas, todo el amor que expiró, se han convertido en el férreo obstáculo a mi corazón.

Veo chicas sí, y me gustan también, pero no me llegan. No entran en mi corazón sino que se quedan en mi mente. No soy capaz de volver a ser esa persona irracional dominada por el amor, ahora sólo soy una persona dominada por la razón de la mente. Quién sabe si en un futuro, conseguiré curar del todo mis heridas para dar paso a algo mejor (o todavía peor).

No deja de ser paradójico que, aún habiéndome desprendido de ti y de tu persona, mi corazón siga sufriendo los destrozos de aquellos tiempos y sea incapaz de recuperarse y seguir adelante. Pero tengo fuerza de voluntad y sé que, tarde o temprano, mi corazón volverá a palpitar por una persona especial, una persona que vuelva a sacar lo irracional de mi ser.

Mientras tanto, sentarse a esperar con los brazos cruzados ya no es una opción válida. Se acabó perder el tiempo, no tiene sentido que no disfrute por el mero hecho de que TU me hayas hecho esto.

Se acabó.

2 comentarios:

  1. Espero que se te pase pronto esa etapa y que encuentres a esa persona que te saque esa parte irracional. Nos leemos. Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Las héridas dejarán su cicatriz... pero ese corazón volverá a latir con mucha más fuerza que con la que lo hizo... será muchísimo más fuerte!

    verás que sí, todo llegará... cuando menos lo esperes!

    beso!

    ResponderEliminar