viernes, 20 de noviembre de 2009

Telling me that you mean no harm

Intento controlar el miedo. Miedo a volver a sufrir, miedo a haber bajado las barreras y poder volver a dañarme.

Confío en tí pero no confío en ella. Creo que es comprensible. Aunque me parece que te molesta, te molesta verme mirar hacia otro lado, te molesta que me ponga así. Supongo que también es comprensible.

Poco a poco, no sin esfuerzo, el miedo desaparecerá.

Quien no arriesga, no gana.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Última raya

Frío. Calor. Frío otra vez. No soy consciente de mi cuerpo. En realidad, no lo siento mío.

No soy consciente del cabalgar salvaje de mi corazón que resuena fuertemente en los oídos.

Un frío sudor empapa mi cuerpo. Las extremidades tiemblan sin que pueda hacer nada para pararlo.

Abro la boca intentando aspirar un aire que no entra en mis pulmones. Me ahogo.

Giro la cabeza hacia la izquierda y veo a una chica que yace a mi lado, desnuda. Una desconocida, he perdido la cuenta.

Intento mover el brazo y apenas consigo levantarlo un poco. Miro mi mano, está blanca.

Tengo ganas de llorar pero no cae ni una sóla lágrima. Aprieto la mandíbula hasta que me duele, intentando controlar la situación. No puedo más.

Giro la cabeza hacia la derecha y veo mi mesita de noche. Hago un último esfuerzo y alargo la mano para alcanzar la bandejita de plata.

El negro suele asociarse a la muerte; sin embargo, para mí la muerte es de color blanco...

Sólo una última raya...

martes, 8 de septiembre de 2009

Piedras

"No puedo resistirme a ti..."

Hoy ha vuelto a mi mente lo que me dijiste durante esos días, y en especial esa frase... Lo que más duro se me va a hacer es saber que estás con ella y que yo, desde donde esté, no puedo hacer nada, sólo comerme la cabeza...

Mi ángel de la guarda particular, ése que está conmigo tanto en los buenos como en los malos momentos, ése que me hace sonreír y llorar, ése que me hace reflexionar y pensar, hoy me ha llevado a rememorar una gran película. Una película cuyo guión termina por arrancarte alguna lágrima, porque es difícil no verse reflejado en alguno de sus personajes... Esto es una parte del monólogo final:

"¿Has visto que egoístas nos volvemos cuando estamos solos? Espero que tu novio el médico tenga cura para el egoísmo, ¿tú crees que nos enamoramos solo para no estar solos?.Yo creo que me he enamorando de un chico, bueno de su cogote, me encanta el cogote de un conductor de tranvía que no conozco.

Espero que lo que tengas ahora sea lo que siempre soñaste tener, ¿dónde irán los sueños cuando no los conseguimos?, porque a algún sitio tienen que ir, aunque creo que al final los sueños no son más que una excusa, pero una excusa muy gorda; son la excusa para vivir.

Por eso a veces se convierten también en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos; ¡qué putada!,Javier. Asumir que nunca serás lo que siempre deseaste, ni esperarlo siquiera, ¡joder!.

Deseo, deseo, deseo.Quiero con todas mis fuerzas ser feliz y con eso hacer también un poquito felices a los que me rodean, eso es lo que siempre quise." (Piedras, de Ramón Salazar)

lunes, 7 de septiembre de 2009

¿Un juego?

Mañana... temo que llegue mañana. Un punto de inflexión, un punto de cambio, una caída en picado.

A partir de mañana ya no podremos hablar por la noche, porque estarás con ella. Ya no podré mandarte un mensaje al móvil, porque no sabré si estarás o no con ella. Ya no podré pensar en ti sin que al instante piense en lo que hay detrás. Ya no podré verte, porque no tendrás ni tiempo ni ganas.

Me estoy apoyando en mis amigos, me están intentando ayudar... Pero todos me dicen lo mismo: que me estás utilizando, que estás jugando conmigo igual que un gato juguetea con su ovillo.
Aún así, debo ser gilipollas o imbécil, yo sigo sacando la cara por ti. Intento convencerme de que no juegas conmigo, de que en realidad te importo lo suficiente...

En ese sentido ellos tienen razón, si yo tuviera el suficiente peso cambiarías la situación y si no lo tuviera deberías mandarme a la mierda, pero tú intentas mantenerme en esa línea que no es ni una cosa ni la otra...Quizá te lo estés pasando bien, sé lo que me dices a mí pero a saber qué le dices a ella. Si sientess algo por mí, algo fuerte, lo dejarías y si no lo sientes, dime que me vaya.

Necesito que me abras los ojos, para bien o para mal, pero no estar así.

Ajedrez

Una fuerte opresión se ha instalado en mi pecho; no parece que vaya a desaparecer en un tiempo.

A partir de ahora, y cada vez más, pinto menos en tu vida. No sé qué figura puedo ser en el tablero de ajedrez que conforma la vida... ¿Un peón al que sacrificar para poder salvar al Rey y a la Reina? ¿Un peón que si consigue llegar al final del tablero se convierte en Reina? ¿Una torre para enrocarse con el Rey y así protegerlo de los peligros pero que saldrá cuando ya no necesite la protección? ¿Un audaz alfil o un salvaje caballo moviéndose por el tablero esperando su oportunidad hasta que al final caen derrotados?

Uno tiene que saber qué es o qué lugar ocupa en la vida de los demás, y yo no tengo ni la menor idea. Probablemente la respuesta me haga más daño que la propia pregunta, es un interrogante más en mi vida.

En estos momentos, solo me apetece leer mi libro favorito, ése que tantas frases me aporta y tan importante ha sido en mi vida... "Nunca he tenido derecho a las preguntas, ni a las respuestas[...]" (Beatriz y los cuerpos celestes)

lunes, 3 de agosto de 2009

Te echo de menos

Echo de menos tus curvas, tus subidas, tus bajadas.

Echo de menos tu luz, tu claridad, tu oscuridad.

Echo de menos las lágrimas que caían del cielo al amanecer y al anochecer.

Echo de menos tus sonidos, tu ruido, tus sirenas.

Echo de menos tu pluralidad, tu diversidad, tu riqueza y tu pobreza.

Te echo de menos... San Francisco.

lunes, 27 de julio de 2009

Lector de mentes

¿Cuánto dolor nos ahorraríamos cada uno de nosotros si fuésemos capaces de leer mentes?

Es cierto que, si pudiéramos leer la mente, nos llevaríamos muchos chascos y decepciones. Pero provendrían de personas que acabamos de conocer y que, gracias a leer su mente, ya no sentiremos la necesidad de conocerlos.

Con aquellas personas con las que, en mayor o menor medida, se tiene una interacción sólida y habitual, no deberíamos tener sorpresas y, si las tenemos, podríamos anticiparnos a ellas. Traciones, decepciones, desilusiones, mentiras, engaños... Los habrá siempre, no se pueden erradicar. Pero, si por lo menos pudiéramos saber que piensan los demás, no tendríamos la incertidumbre de qué va a pasar y cuándo va a pasar.

sábado, 25 de julio de 2009

Antes de dormir

Apagué la luz, me recosté sobre la almohada y apreté los ojos intentando dormir. No quería pensar. No quería recordar.

Los esfuerzos fueron en vano, no conseguía dormir. Inevitable e irremediablemente viniste a mi mente y con ello un mar de recuerdos y pensamientos. Intenté poner orden en esa marea de pensamientos, hilar algo de coherencia y sensatez.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al recordar los últimos momentos contigo, seguido de un inmediato deseo de tenerte cerca. Intenté apartarlo de mi mente, pensar en otra cosa. Encendí la luz, cogí el libro de la mesita y empecé a leer. Funcionó. Me sumergí en un mundo de ficción, donde mis problemas desaparecían. Al rato me entró sueño así que apagué de nuevo la luz y volví a cerrar los ojos.

Poco a poco mis pensamientos van adquiriendo forma y coherencia. Sin embargo, yo no tengo los hilos de la situación. Ojalá los tuviera.

sábado, 18 de julio de 2009

Nightlife

Cientos de cuerpos a mi alrededor se balancean al son de la música. Cuerpos desesperados por sentir el contacto humano que tanto necesitan; un roce con aquella persona a la que se mira.

Es curioso como cambien las cosas de un país a otro, incluso en una discoteca. La forma de bailar es totalmente diferente a la española. Aquí hay que bailar con alguien, se conozca o no a ese alguien. El roce es esencial, los cuerpos se juntan hasta formar uno solo moviéndose al ritmo marcado por la melodía.

Entre los cientos de cuerpos, de personas, ninguno era el tuyo. Intenté olvidarlo, no pensarlo; no sabía que iba a resultar tan dificil. Me dejé llevar por el ritmo, inundando mis pensamientos solo con la melodía y no pensar en nada, solo dejarme llevar. La gente bailaba conmigo y yo bailaba con la gente. Es increíble lo fácil que es aquí hacer esto, con la vergüenza que se pasa en España.

Lástima que lo bueno acabara pronto, tan pronto que ni siquiera empezó. El próximo jueves, más y mejor.

jueves, 9 de julio de 2009

One day, I had a dream...

No se por que estoy escribiendo, me prometi no hacerlo. No queria escribir porque, ahora que conoces esto, te estoy dando via libre a mi cabeza y a lo que pienso. Y no es justo, porque yo no tengo ni idea de lo que pasa por la tuya. Pero resulta que no tengo papel y tengo demasiadas cosas que escribir. Y hoy, al despertarme, sabia que tenia que hacerlo o explotaria.

El porque es muy sencillo. Hoy, por primera vez desde que llegue, he sonyado. No es raro, a estas alturas, que aparecieras en el. Estabas aqui, en San Francisco, haciendo un curso tambien. Nos encontrabamos por casualidad, sin que la una supiera que la otra estaba alli. Ha sido como verte en la realidad, igual de duro pero a la vez reconfortante. Ibas con ropa nueva, la que te compraste ayer y mi cabeza imagino. La situacion, creo recordar, era mas o menos la misma que la que despedi en Madrid y, como en Madrid, al final del dia quedamos en encontrarnos en una calle perdida de esta bonita ciudad. Incluso sabiendo que no era real, un cosquilleo ha recorrido mi estomago. Me he despertado sin darme tiempo a verte esa segunda vez.

Y entonces, la realidad me ha aplastado contra el suave colchon de la cama de mi habitacion. No se que esta pasando y no se que va a pasar, es una incertidumbre que es dificil de llevar. Hay silencio y, cuando hay silencio, es porque hay algo que no se quiere decir. Prefiero saberlo, al silencio.

sábado, 4 de julio de 2009

¿Y ahora qué?

Una fuerte opresión en el pecho y otra en el estómago, es el resultado de esta semana de locura y consecuencia de mi próximo viaje...

Durante esta semana se ha abierto la caja de pandora. Pero por encima de todo, yo siempre recordaré una noche, una noche con la que había soñado desde hace unos meses. Me acosté un poco rayada, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo, como todo lo bueno, duró muy poco.

Ahora no sé que va a pasar, sinceramente creo que saldré perjudicada, pero ya no puedo mirar hacia otro lado. ¿Cómo voy a mirar hacia otro lado? Me voy a San Francisco sí, pero eso no hará que mi cabeza se desplace lo más mínimo. De qué sirve que intente olvidarte durante el verano si sé que cualquier tía que vea la compararé contigo, que oleré tu colonia cuando alguien pase con prisas por mi lado... No, no puedo hacerlo.
Sé que puedo esperar, pero no sé a qué estoy esperando. A veces, como en la citada noche, me parecía que tenías las cosas bastante claras por todo lo que dijiste, pero al día siguiente todo da la vuelta y te veo más lejos de mí, cayendo sobre papel mojado lo de la noche anterior.

Me voy mañana y me voy con un equipaje extra que no se puede guardar en maletas. Yo, que nunca rezo, ahora me parece la mejor opción. Rezar para que cuando te vuelva a ver, tengas las cosas claras y que eso me beneficie. Para poder seguir quedando contigo, para poder seguir hablando contigo y esperar todos los días a que eso pase, para recibir un mensaje en el móvil y desear que seas tú.
Sin embargo cabe la posibilidad, bastante grande, de que esto se haya acabado para siempre. Que decidas seguir con tu vida y dejarme fuera de ella, que no hablemos ni quedemos porque eso podría volver a complicar las cosas...

Sé lo que quiero, y que quiero luchar por ello, pero no tengo ni idea de cómo hacerlo.

jueves, 2 de julio de 2009

Game Over

Ayer dije algo, aseguré que me alejaría, que me quitaría de en medio. Pero, ¿cómo voy a hacer algo que en realidad no quiero hacer? Creo que eso es lo que quiere, que me quite de en medio, que no le complique más su vida.

No obstante, es tan difícil desaparecer sin más, eliminar todo lo que hay...

No sé donde estaba yo cuando repartieron la suerte, pero desde luego, no me tocó ni de refilón.

domingo, 28 de junio de 2009

¿Imposible?

La primera vez que la ví, grabada todavía en mi retina, nunca imaginé que tan siquiera pudiera llegar a pillarme. Creo que sentí curiosidad por ella. Puedo decir que me gustó, me sentí atraída físicamente desde el primer momento, pero no pensaba que pudiera pasar de eso.

Sin embargo, traspasé todos los límites que me había marcado... Tuve la "desgracia" de conocerla y desde ese momento, ya no sólo me sentí atraída físicamente sino que me tenía totalmente encandilada.

Hoy, después de algunos meses, ahí sigo. Con la mira fija en un objetivo imposible, cada día más dispuesta a conseguirlo pero sin saber si el objetivo va siendo más alcanzable. No veo, o casi no veo. Sólo soy capaz de verla a ella. Rodeada de gente, rodeada de oportunidades, sólo me interesa estar a su lado y tener una oportunidad con ella.

viernes, 26 de junio de 2009

Agua

Cómo quieres ser mi amiga
si por ti daría la vida,
si confundo tu sonrisa
por camelo si me miras.
Razón y piel, difícil mezcla,
agua y sed, serio problema.

Cómo quieres ser mi amiga
si por ti me perdería,
si confundo tus caricias
por camelo si me mimas.
Pasión y ley, difícil mezcla,
agua y sed, serio problema...

Cuando uno tiene sed
pero el agua no está cerca,
cuando uno quiere beber
pero el agua no está cerca.

Qué hacer, tú lo sabes,
conservar la distancia,
renunciar a lo natural,
y dejar que el agua corra.

Cómo quieres ser mi amiga
cuando esta carta recibas,
un mensaje hay entre líneas,
cómo quieres ser mi amiga.

------------------------------------
Qué bien refleja esta canción mi situación...

Ya no puedo conservar la distancia, no puedo dejar correr el agua que tanto ansío. Lo he intentado parar, he intentado no sentir lo que siento, pero no lo he conseguido.
No sé lo que pensará ella, pero creo que está en una situación similar. Este asunto, para bien o para mal, tiene que aclararse.

sábado, 30 de mayo de 2009

La caída del muro

"Oh, no". Es lo primero que puedo decir cuando me doy cuenta de la situación. Aquéllo de lo que llevo tanto tiempo huyendo, está más cerca que nunca. Años de esfuerzo construyendo una férrea muralla de protección no han servido de nada. La muralla empieza a agrietarse como si de tierra seca se tratase. Y lo peor de todo, no sé cómo evitarlo. Sé que lo que hay, de momento, no es suficiente para tirarla abajo. Pero el simple hecho de ver que se está agrientando, me estremece.

Yo, que elegí la razón frente al corazón hace ya muchos años, empiezo a sufrir los síntomas de lo que tanto temí y contra los que tanto luché. El problema es ese, que no se puede luchar contra ello. Simplemente, pasa. Y, de nuevo, la perspectiva es oscura y difícil.

Siempre he sido metódica, queriendo tener todo bajo control, ser racional. Y de pronto, todo se vuelve irracional. Una parte de mí grita diciendo que corra en dirección contraria, que estoy metiéndome en un callejón sin salida. Sin embargo, la otra parte se alegra de que por fin, después de tanto tiempo, vuelva a latir tímidamente.

"Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño (El Alquimista, Paulo Coelho)". Tengo la sensación de que el autor de esta frase, tuvo mucha suerte en la vida... He deseado con todas mis fuerzas algunas cosas en mi vida, cosas posibles y verosímiles, y nunca se han llegado a cumplir. No creo que esta vez, muy a mi pesar, sea una excepción.

jueves, 23 de abril de 2009

Cobardía

"Mientras permanecía insomne en la cama llegué a imaginar incluso lo que le diría, pero me conocía demasiado bien para creer que de verdad tendría el coraje de hacerlo. En comparación conmigo, el león cobardica de El mago de Oz era Terminator." (Bella, Crepúsculo)

Ese es el pan de cada día en mi vida, ¿cómo puedo ser tan cobarde?

lunes, 16 de marzo de 2009

Hacia la lejanía

Imagino que será ley de vida, pero odio que las personas que me importan salgan poco a poco de mi vida. Siempre termina ocurriendo, se van alejando poco a poco hasta que se convierten en un "hola y adiós". O, a veces, desaparecen de golpe.

Creo que es peor ir viéndoles alejarse lentamente, pero con paso firme, sin que se pueda hacer nada o sin saber qué poder hacer. De repente te das cuenta de que no sabes de su vida cotidiana, de lo que se le pasa por la cabeza o de cualquier cosa... Quizá es que nunca lo llegué a saber.Parece que desaparece esa necesidad de saber de la otra persona, de verle, de escuchar su voz...

"Así es la vida" pueden decir algunos, los más conformistas. Yo no me considero conformista, pero realmente me siento inválida a la hora de evitar que se alejen. Siento que no puedo hacer nada y que por mucho que lo intente, y lo hago, se van a terminar alejando del todo.

Es una lástima que, sintiendo tan gran amistad, poco se pueda hacer a la hora de verles marchar.

martes, 3 de marzo de 2009

En la azotea

El niño se encontraba inmerso en un mar de confusión y oscuridad. ¿Por qué le estaba ocurriendo eso a él? Era distinto a los demás niños de su clase. No podía entender por qué ÉL había sido elegido y no el chico con el que compartía pupitre, o el que se sentaba detrás o aquél que iba con él en el autobús.

"Ellos son normales, yo no. Estoy enfermo" era lo que pensaba constantemente el chiquillo. Todos sus compañeros de clase le insultaban y le pegaban, y pese a que los profesores eran conscientes de la situación, nadie hizo nada por ayudarle.

Un día, el niño, cansado de soportar la situación e incapaz de volver a casa envuelto en un aura de vergüenza y humillación, subió a la azotea de su escuela. Corría una brisa vespertina que le erizó el vello y le hizo dar un respingo. Se sentó en el borde de la azotea con los pies colgando hacia el vacío mientras observaba la preciosa vista de su ciudad al oscurecer. Las lágrimas, aquéllas que había aguantado durante meses, brotaron de sus ojos sin descanso. Tenía miedo, pero estaba decidido a acabar con esa vida que Dios le daba como castigo a su "tara". Miró hacia el frente y después hacia abajo, siete pisos le separaban del suelo.

Entonces un leve carraspeo sonó detrás de él y se giró para descubrir de dónde procedía tal sonido. Pensó que serían los chicos de su clase que le habían buscado para acabar lo que habían dejado a medias aquella tarde. Al torcer el cuello descubrió que era, en efecto, uno de los chicos de su clase que se metían con él.

- Déjame en paz. Si has venido para meterme conmigo, ya me has visto llorar. Ahora ve y corre a decírselo a los demás. - le dijo el niño con los ojos cubiertos de lágrimas.

- Yo... - contestó el otro. - No, en realidad he venido para pedirte perdón.

El niño le miró sin comprender.

- Sí, tienes que perdonarme, por favor. Soy... como tú. Sé lo que sientes. En realidad... soy peor que tú. Te he insultado y pegado cuando sabía que yo era igual que tú. Estaba asustado, no quería que me rechazaran los demás niños como habían hecho contigo. Pero ahora he entendido que no está bien y que no nos debemos esconder ni agachar la cabeza ante los demás.

- Pero... nosotros... ¿estamos enfermos, no? Mis padres dicen que debo ir al psicólogo para que me cure. ¿Cómo no vamos a agachar la cabeza, si estamos enfermos?

- No, no estamos enfermos. Somos personas normales, como el resto. No lo entiendo todavía muy bien, pero somos iguales que los demás. No tienes que preocuparte. - le dijo el otro con una sonrisa de oreja a oreja. - Anda, dame la mano y quítate de ahí, que como te caigas te vas a hacer daño.

martes, 17 de febrero de 2009

Vuelta de hoja

He llegado a una conclusión: no me puedo enamorar. Es duro decirlo y más duro todavía es sentirlo. Sin embargo, es la pura realidad. Todo el daño sufrido, todas las lágrimas vertidas, todo el amor que expiró, se han convertido en el férreo obstáculo a mi corazón.

Veo chicas sí, y me gustan también, pero no me llegan. No entran en mi corazón sino que se quedan en mi mente. No soy capaz de volver a ser esa persona irracional dominada por el amor, ahora sólo soy una persona dominada por la razón de la mente. Quién sabe si en un futuro, conseguiré curar del todo mis heridas para dar paso a algo mejor (o todavía peor).

No deja de ser paradójico que, aún habiéndome desprendido de ti y de tu persona, mi corazón siga sufriendo los destrozos de aquellos tiempos y sea incapaz de recuperarse y seguir adelante. Pero tengo fuerza de voluntad y sé que, tarde o temprano, mi corazón volverá a palpitar por una persona especial, una persona que vuelva a sacar lo irracional de mi ser.

Mientras tanto, sentarse a esperar con los brazos cruzados ya no es una opción válida. Se acabó perder el tiempo, no tiene sentido que no disfrute por el mero hecho de que TU me hayas hecho esto.

Se acabó.

lunes, 16 de febrero de 2009

La ventana

Allí estaba, sentada en la ventana frente al vacío.

Mi mundo pareció dar la vuelta en ese mismo instante. No, no estaba bien y era por mi culpa. Un nudo me subió a la garganta y el corazón me palpitaba de tal forma que pensé que iba a estallar. Pero aunque yo era el problema, no se trataba de mí sino de ELLA. Tenía que conseguir que bajara, que pusiera fin a este pequeño delirio.

¿Cómo iba a lograrlo? "Diciendo la verdad", me dijo esa vocecilla de mi interior. "Imposible" me contesté mentalmente a mí misma. En efecto, la solución era esa, cogerla de la mano y decirle que la amaba más que a nadie, que estaba completamente enamorada de ella. Sin embargo, y pese a la desesperación que me invadía, sabía que no iba a poder hacerlo. Si lo hacía luego tendría que asumir las consecuencias ya que ella sentía lo mismo que yo, por eso estaba ahí subida, y yo no estaba preparada para semejante locura en mi vida. Toda la vida absorbiendo que "esto" que me pasa a mí con ella es una enfermedad, que el deber de toda chica decente es buscarse un chico guapo y exitoso, y al final resulta que yo soy la "enferma".

Pero diserciones a parte, tenía que actuar. Y al final me decanté por una verdad a medias, sin involucrarme demasiado pero diciendo lo suficiente para apartarla de su intención. Sí, soy despreciable y egoísta. Sé a ciencia cierta que aquellas palabras las dije, por un lado, para protegerme y, por otro, para salvarla, aún sabiendo que cualquier cosa que dijera la iba a dañar más. Pero no podía permitirme perdela y menos por mi causa. Egoísta, cobarde y despreciable.

"Eres mi vida, no soportaría perderte." Una verdad condicionada por mi cobardía para vivir la vida y el amor que en realidad me correspondían.

lunes, 2 de febrero de 2009

La nocividad del amor

- ¿Alguna vez has amado tanto a alguien hasta dolerte?

- Lo cierto es que no. Ya sabes que el amor no es lo mío. No concibo el dolor por el mero hecho de amar demasiado a una persona. ¿A ti si te ha pasado?

- Una vez...

- ¿Qué se siente al amar de esa manera a alguien?

- Una sensación de desesperación y dolor inunda cada segundo de los días. Pero todo ese dolor, a pesar de que lo sientes y que eres consciente de él, lo justificas con el inmenso sentimiento de amor que brota en tu interior. Creía que el amor movería montañas, secaría océanos o neutralizaría el hambre del mundo... Pensaba que cualquier milagro que se me pudiera ocurrir, lo lograría conseguir sólo con mi amor...

- Entonces...¿cómo acaba todo esto? Porque parece obvio que un sentimiento así de dañino no puede durar mucho tiempo en una persona cuerda, a no ser que la persona deje de estar cuerda y el sentimiento perdure para siempre.

- Yo sólo puedo hablarte desde mi propia experiencia, cuando levanté un pie hacia el otro lado de la línea de la cordura para apoyarlo en la locura más completa. Por suerte, retiré el pie, no sin cierta ayuda, lo suficientemente rápido para que apenas queden secuelas.

- ¡Joder! Y yo que pensaba que el amor era malo por el simple hecho de que te mantenía atado a una persona, convirtiéndote en un ser dependiente y débil, ahora sí que puedo afirmar que el amor es una enfermedad.

- No creo que sea una enfermedad... Pero está claro que el amor es el sentimiento que más daño puede hacer a uno mismo. Incluso más que el odio, que no deja de ser un déficit de amor y por lo tanto también relacionado con el mismo. El amor vuelve loca a la gente, crea obsesiones, crea amargura, crea dolor...

- ¿Por qué la gente busca el amor por todas partes?

- Es sencillo, porque pese a todo lo nocivo que puede resultar es en realidad la verdadera fuente de felicidad del mundo. Y eso es lo que busca la gente, ser feliz.

martes, 20 de enero de 2009

Su olor...

Hacía meses que no la veía, pero ayer nos volvimos a encontrar. Me acerqué a saludarla tímidamente y al darle dos besos un olor, su olor, inundó todos mis sentidos sacando a relucir miles, millones de recuerdos.

Cuando venía a hablar y estar conmigo entre clase y clase; cuando quedábamos para salir de clase con cualquier excusa y estar cinco o diez minutos más juntas; cuando me abrazaba cuando yo me sentía mal o débil; cuando yo la abrazaba y ella me lloraba en el hombro de tristeza,pedo o felicidad; cuando estábamos en su habitación hablando y haciendo gilipolles; y por fin, cuando estábamos juntas en la cama, envueltas en abrazos llenos de inocencia y secretismo, en besos en la mejilla de castidad y contención; en caricias de prejuicios y miedo...

Por suerte, todo lo que me trajo su olor fueron recuerdos. No reavivó sentimientos, no hizo que mi corazón pegara un bote. Activó la mente y no el corazón...la diferencia es sustancial.

miércoles, 14 de enero de 2009

¿Amistad o amor?

¿Cuál es el momento en que la amistad se hace a un lado para dejar paso al amor?

¿Dónde está el límite entre ambos sentimientos?


¡Se busca la respuesta!

domingo, 11 de enero de 2009

"Es bueno que las vidas tengan varios círculos. Pero la mía, mi vida, sólo ha dado la vuelta una vez y no del todo. Falta lo más importante. He escrito tantas veces su nombre dentro. Y aquí, ahora mismo, no puedo cerrar nada. Estoy solo " (Otto, Los amantes del Círculo Polar)

Hoy se cerró un gran círculo de mi vida. Ahora que se ha cerrado, he comprendido que no podía hacerse de otra manera. Las cosas hay que decirlas, porque sino se te agarran y te comen por dentro como si fueran un parásito.

Ahora... ¡me queda esperar a la casualidad de mi vida!

jueves, 8 de enero de 2009

Último amanecer

Los primeros rayos de sol se colaron en la blanca habitación iluminándole como a una diosa. Yo yacía a su lado, despierta, incapaz de dormir. No podía perder ni un segundo de mi tiempo con ella, no sabíamos cuanto iba a durar.

Su frágil rostro no expresaba todo el dolor y sufrimiento que llevaba en su interior.Tenía ganas de besarle, de rodearle con mis brazos y susurrarle al oído que todo iba a ir bien. Pero su endeble cuerpo decía justo lo contrario.

Sus párpados se abrieron unos milímetros permitiéndome observar sus preciosos ojos. Vidriosos y negros, me gritaban todo lo que su garganta no podía decir. El nudo de mi estómago se volvió a tensar dificultándome la respiración. No me había separado de su lado ni un solo dia, ni una sola noche. Sus labios se abrieron lentamente para poder hablar, pero de su garganta no salió más que un débil susurro ininteligible.

- Cariño, estoy aquí,a tu lado. No me voy a mover de tu lado. Si tú te vas yo me voy contigo.

Noté el frío roce de nuestras manos cuando ella cogió la mía. Era su manera de agradecer mis palabras, de sentirse un poco más viva.
De repente sus ojos se tornaron inexpresivos. Intenté hundirme en su mirada pero detrás de esos ojos ya no quedaba vida.

Las lágrimas inundaron mis ojos y cayeron por mis mejillas. No concebía el mundo sin ella, sin mi alma gemela. Me aferré a su rígido y frío cuerpo susurrando:

- Te lo dije...Si tú te vas, yo me voy contigo...

lunes, 5 de enero de 2009

Dulce final

El sonido de mis pasos acelerados rebotaba contra las fachadas de los edificios de las estrechas callejuelas. El frío y la humedad se aferraban a mis huesos produciéndome dolor, pero no podía detenerme.
La sentía cada vez más cerca y el miedo aceleraba mis piernas hasta hacerlas correr. Mi mente era incapaz de entrar en funcionamiento o de dar alguna orden. Mi cuerpo solo obedecía al pánico.
Los malolientes callejones del Raval jugaban conmigo como si fuera una marioneta en un laberinto sin salida. Y ella me ganaba metros segundo a segundo.
Torcí a la derecha con la esperanza de encontrar la salida, pero la suerte me había abandonado hacía años. La desesperación se apoderó de mí al ver que había topado con un oscuro callejón sin salida. No había tiempo para volver atrás. Todo estaba perdido.
Pese a la impenetrable oscuridad, sabía que ella ya estaba allí, aguardándome. El silencioso susurrar de sus pasos me indicó que se acercaba. Olí su putrefacto aliento y comprendí que se encontraba frente a mí, cerca, muy cerca. De golpe lo vi. Estiró su gélido y huesudo dedo hacia mi pálido rostro hasta tocarme la frente con él.

La oscuridad se volvió más densa todavía, mi respiración recuperó la normalidad y una sensación de paz recorrió todo mi cuerpo. Entonces reí como hacía años que no reía. Nunca pensé que la muerte fuese tan dulce.

domingo, 4 de enero de 2009

Mi primer amor

Mi primer amor, mi único amor. Sí, sólo me he enamorado una sola vez.

Fueron meses llenos de un amor secreto, tan secreto que ni nosotras lo sabíamos. Meses de miradas, caricias, noches en vela… Ella y yo, nadie más. Todo en un silencio que desgarraba los oídos, que hacía pensar que hacíamos algo prohibido. Un silencio cada vez más intenso, más salvaje. Llegó demasiado lejos, hasta donde ella no podía soportar, así que decidió cortar por lo sano. Las miradas, las caricias, los abrazos, las cartas… todo se acabó en cuestión de horas.

Después, solo dolor. Dolía tanto que no podía respirar, me ahogaba en la desesperación de perder a mi amada por la cobardía, por la educación que a ella le habían otorgado. “Maldita sociedad de mierda y maldita cobarde” era lo único que podía decir de manera coherente. Lo demás, no tenía sentido para mí.¿Qué iba a ser de mí?

Hoy, años después, tan solo queda una cicatriz como señal de la herida. Una cicatriz que, como es normal, de vez en cuando duele y te acuerdas de cómo te la hiciste…