domingo, 11 de abril de 2010

Feliz

Hoy me he acordado del blog y del tiempo que hacía que no escribía. Me he dado cuenta de que siempre que he escrito ha sido inspirándome en una situación personal difícil y triste. Escribía para desahogarme de unos sentimientos complicados en un contexto difícil para mí.

¿Por qué no escribir cuando estoy bien? Así que eso es lo que me dispongo a hacer ahora.

Este fin de semana ha sido muy, muy, muy especial. Ha sido el primer viaje junto a la persona que más quiero. Además, el escenario difícilmente podría ser mejor: Barcelona, mi ciudad natal. Puedo decir, en voz bien alta y sin vergüenza alguna, que soy feliz. Tú me haces feliz. Soy feliz al sentirte a mi lado mientras duermo, cuando me doy la vuelta medio despierta y te veo frente a mí. Soy feliz al ir cogida a ti, de la mano o de la cintura, paseando por cualquier lugar. Porque el estar agarradita a ti me da seguridad, confianza. Por favor, no me sueltes nunca.

Estar contigo me hace ser mejor persona, me hace querer mejorar los defectos que pueda tener. Quiero hacerte feliz, quiero que seas la persona más feliz del mundo y haré todo lo necesario para que así sea. Nunca te haré daño porque, si lo hiciera, no me lo perdonaría. Eres buena, eres generosa, te preocupas por los que están a tu alrededor, siempre haces lo posible por ayudar a quien lo necesita, eres sumamente guapa y preciosa, eres...simplemente perfecta.

Este ha sido nuestro primer viaje juntas. Espero que lleguen muchos más, y que sean igual de buenos o mejores (aunque es muy difícil de superar) que éste. Cada día que pasas entras más dentro de mí, cada día eres más esencial en mi vida, cada día te quiero más.

Ha costado un poco llegar a todo esto, ha habido sufrimiento de por medio, aunque sin duda ha merecido mucho la pena y, a pesar de todo, ha sido y es una historia muy bonita (siento parrafrasearte jejej).

Te quiero, bichito.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Telling me that you mean no harm

Intento controlar el miedo. Miedo a volver a sufrir, miedo a haber bajado las barreras y poder volver a dañarme.

Confío en tí pero no confío en ella. Creo que es comprensible. Aunque me parece que te molesta, te molesta verme mirar hacia otro lado, te molesta que me ponga así. Supongo que también es comprensible.

Poco a poco, no sin esfuerzo, el miedo desaparecerá.

Quien no arriesga, no gana.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Última raya

Frío. Calor. Frío otra vez. No soy consciente de mi cuerpo. En realidad, no lo siento mío.

No soy consciente del cabalgar salvaje de mi corazón que resuena fuertemente en los oídos.

Un frío sudor empapa mi cuerpo. Las extremidades tiemblan sin que pueda hacer nada para pararlo.

Abro la boca intentando aspirar un aire que no entra en mis pulmones. Me ahogo.

Giro la cabeza hacia la izquierda y veo a una chica que yace a mi lado, desnuda. Una desconocida, he perdido la cuenta.

Intento mover el brazo y apenas consigo levantarlo un poco. Miro mi mano, está blanca.

Tengo ganas de llorar pero no cae ni una sóla lágrima. Aprieto la mandíbula hasta que me duele, intentando controlar la situación. No puedo más.

Giro la cabeza hacia la derecha y veo mi mesita de noche. Hago un último esfuerzo y alargo la mano para alcanzar la bandejita de plata.

El negro suele asociarse a la muerte; sin embargo, para mí la muerte es de color blanco...

Sólo una última raya...

martes, 8 de septiembre de 2009

Piedras

"No puedo resistirme a ti..."

Hoy ha vuelto a mi mente lo que me dijiste durante esos días, y en especial esa frase... Lo que más duro se me va a hacer es saber que estás con ella y que yo, desde donde esté, no puedo hacer nada, sólo comerme la cabeza...

Mi ángel de la guarda particular, ése que está conmigo tanto en los buenos como en los malos momentos, ése que me hace sonreír y llorar, ése que me hace reflexionar y pensar, hoy me ha llevado a rememorar una gran película. Una película cuyo guión termina por arrancarte alguna lágrima, porque es difícil no verse reflejado en alguno de sus personajes... Esto es una parte del monólogo final:

"¿Has visto que egoístas nos volvemos cuando estamos solos? Espero que tu novio el médico tenga cura para el egoísmo, ¿tú crees que nos enamoramos solo para no estar solos?.Yo creo que me he enamorando de un chico, bueno de su cogote, me encanta el cogote de un conductor de tranvía que no conozco.

Espero que lo que tengas ahora sea lo que siempre soñaste tener, ¿dónde irán los sueños cuando no los conseguimos?, porque a algún sitio tienen que ir, aunque creo que al final los sueños no son más que una excusa, pero una excusa muy gorda; son la excusa para vivir.

Por eso a veces se convierten también en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos; ¡qué putada!,Javier. Asumir que nunca serás lo que siempre deseaste, ni esperarlo siquiera, ¡joder!.

Deseo, deseo, deseo.Quiero con todas mis fuerzas ser feliz y con eso hacer también un poquito felices a los que me rodean, eso es lo que siempre quise." (Piedras, de Ramón Salazar)

lunes, 7 de septiembre de 2009

¿Un juego?

Mañana... temo que llegue mañana. Un punto de inflexión, un punto de cambio, una caída en picado.

A partir de mañana ya no podremos hablar por la noche, porque estarás con ella. Ya no podré mandarte un mensaje al móvil, porque no sabré si estarás o no con ella. Ya no podré pensar en ti sin que al instante piense en lo que hay detrás. Ya no podré verte, porque no tendrás ni tiempo ni ganas.

Me estoy apoyando en mis amigos, me están intentando ayudar... Pero todos me dicen lo mismo: que me estás utilizando, que estás jugando conmigo igual que un gato juguetea con su ovillo.
Aún así, debo ser gilipollas o imbécil, yo sigo sacando la cara por ti. Intento convencerme de que no juegas conmigo, de que en realidad te importo lo suficiente...

En ese sentido ellos tienen razón, si yo tuviera el suficiente peso cambiarías la situación y si no lo tuviera deberías mandarme a la mierda, pero tú intentas mantenerme en esa línea que no es ni una cosa ni la otra...Quizá te lo estés pasando bien, sé lo que me dices a mí pero a saber qué le dices a ella. Si sientess algo por mí, algo fuerte, lo dejarías y si no lo sientes, dime que me vaya.

Necesito que me abras los ojos, para bien o para mal, pero no estar así.

Ajedrez

Una fuerte opresión se ha instalado en mi pecho; no parece que vaya a desaparecer en un tiempo.

A partir de ahora, y cada vez más, pinto menos en tu vida. No sé qué figura puedo ser en el tablero de ajedrez que conforma la vida... ¿Un peón al que sacrificar para poder salvar al Rey y a la Reina? ¿Un peón que si consigue llegar al final del tablero se convierte en Reina? ¿Una torre para enrocarse con el Rey y así protegerlo de los peligros pero que saldrá cuando ya no necesite la protección? ¿Un audaz alfil o un salvaje caballo moviéndose por el tablero esperando su oportunidad hasta que al final caen derrotados?

Uno tiene que saber qué es o qué lugar ocupa en la vida de los demás, y yo no tengo ni la menor idea. Probablemente la respuesta me haga más daño que la propia pregunta, es un interrogante más en mi vida.

En estos momentos, solo me apetece leer mi libro favorito, ése que tantas frases me aporta y tan importante ha sido en mi vida... "Nunca he tenido derecho a las preguntas, ni a las respuestas[...]" (Beatriz y los cuerpos celestes)

lunes, 3 de agosto de 2009

Te echo de menos

Echo de menos tus curvas, tus subidas, tus bajadas.

Echo de menos tu luz, tu claridad, tu oscuridad.

Echo de menos las lágrimas que caían del cielo al amanecer y al anochecer.

Echo de menos tus sonidos, tu ruido, tus sirenas.

Echo de menos tu pluralidad, tu diversidad, tu riqueza y tu pobreza.

Te echo de menos... San Francisco.