Hacía meses que no la veía, pero ayer nos volvimos a encontrar. Me acerqué a saludarla tímidamente y al darle dos besos un olor, su olor, inundó todos mis sentidos sacando a relucir miles, millones de recuerdos.
Cuando venía a hablar y estar conmigo entre clase y clase; cuando quedábamos para salir de clase con cualquier excusa y estar cinco o diez minutos más juntas; cuando me abrazaba cuando yo me sentía mal o débil; cuando yo la abrazaba y ella me lloraba en el hombro de tristeza,pedo o felicidad; cuando estábamos en su habitación hablando y haciendo gilipolles; y por fin, cuando estábamos juntas en la cama, envueltas en abrazos llenos de inocencia y secretismo, en besos en la mejilla de castidad y contención; en caricias de prejuicios y miedo...
Por suerte, todo lo que me trajo su olor fueron recuerdos. No reavivó sentimientos, no hizo que mi corazón pegara un bote. Activó la mente y no el corazón...la diferencia es sustancial.
See ya later, OZ!! (2ª parte)
Hace 9 años