martes, 8 de septiembre de 2009

Piedras

"No puedo resistirme a ti..."

Hoy ha vuelto a mi mente lo que me dijiste durante esos días, y en especial esa frase... Lo que más duro se me va a hacer es saber que estás con ella y que yo, desde donde esté, no puedo hacer nada, sólo comerme la cabeza...

Mi ángel de la guarda particular, ése que está conmigo tanto en los buenos como en los malos momentos, ése que me hace sonreír y llorar, ése que me hace reflexionar y pensar, hoy me ha llevado a rememorar una gran película. Una película cuyo guión termina por arrancarte alguna lágrima, porque es difícil no verse reflejado en alguno de sus personajes... Esto es una parte del monólogo final:

"¿Has visto que egoístas nos volvemos cuando estamos solos? Espero que tu novio el médico tenga cura para el egoísmo, ¿tú crees que nos enamoramos solo para no estar solos?.Yo creo que me he enamorando de un chico, bueno de su cogote, me encanta el cogote de un conductor de tranvía que no conozco.

Espero que lo que tengas ahora sea lo que siempre soñaste tener, ¿dónde irán los sueños cuando no los conseguimos?, porque a algún sitio tienen que ir, aunque creo que al final los sueños no son más que una excusa, pero una excusa muy gorda; son la excusa para vivir.

Por eso a veces se convierten también en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos; ¡qué putada!,Javier. Asumir que nunca serás lo que siempre deseaste, ni esperarlo siquiera, ¡joder!.

Deseo, deseo, deseo.Quiero con todas mis fuerzas ser feliz y con eso hacer también un poquito felices a los que me rodean, eso es lo que siempre quise." (Piedras, de Ramón Salazar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario