¿Cuánto dolor nos ahorraríamos cada uno de nosotros si fuésemos capaces de leer mentes?
Es cierto que, si pudiéramos leer la mente, nos llevaríamos muchos chascos y decepciones. Pero provendrían de personas que acabamos de conocer y que, gracias a leer su mente, ya no sentiremos la necesidad de conocerlos.
Con aquellas personas con las que, en mayor o menor medida, se tiene una interacción sólida y habitual, no deberíamos tener sorpresas y, si las tenemos, podríamos anticiparnos a ellas. Traciones, decepciones, desilusiones, mentiras, engaños... Los habrá siempre, no se pueden erradicar. Pero, si por lo menos pudiéramos saber que piensan los demás, no tendríamos la incertidumbre de qué va a pasar y cuándo va a pasar.
See ya later, OZ!! (2ª parte)
Hace 9 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario